El poder de dos
Última actualización: 17 Agosto 2016
Somos seres sociales. Nos gusta la compañía, socializar, compartir experiencias y estar rodeados de gente.
Pese a que algunos disfruten más de la soledad que otros, compartir experiencias provoca que la experiencia se vuelva más intensa.
¿Te has preguntado alguna vez porqué es tan placentero ver una película con tu pareja pese a que sea una actividad pasiva y silenciosa ? El poder de dos es más potente de lo que te imaginas…
Compartir una experiencia « social pero silenciosa » intensifica y amplifica la experiencia
Cualquier tipo de experiencia, cuando es compartida, suele ser disfrutada de manera especial por ambas personas. Ya sea ir al cine, a un restaurante, hacer deporte juntos, etc. compartir experiencias no es solamente recomendable para mantener una relación sana y duradera, sino que además las experiencias se vuelven más intensas.
Un grupo de psicólogos de la universidad de Yale, llevaron a cabo unos cuantos estudios en relación al fenómeno de compartir ciertas experiencias que ellos denominaron las experiencias « sociales pero silenciosas » en espacios compartidos.
Esto es, una pareja puede incluso estar haciendo actividades diferentes pero dentro de una misma habitación, y el hecho de compartir un espacio común ya será suficiente como para intensificar la experiencia.
Los psicólogos, E.Boothy, M.Clark y J.Bargh, concluyeron tras sus ensayos que el mero hecho de saber que otra persona está experimentando lo mismo que tú tiene una gran influencia en las emociones.
Además, los ensayos también concluyeron que en comparación entre las experiencias individuales y las experiencias compartidas, estas últimas intensificaban fuertemente las emociones, ya fueran para mejor o para peor.
Esto es las buenas experiencias parecen mejores, y las malas experiencias parecerán peores.
Compartir es una experiencia agradable y gratificante
Cuando se comparten experiencias, estas se conectan a emociones positivas. Compartir suele ser sinónimo de placer, bienestar y disfrute.
Al ser seres sociales es pues de vital importancia el compartir ciertas experiencias. Contribuyen a compartir la visión de la vida, las emociones causadas por una experiencia, a sentirse parte de algo, a darle incluso mayor sentido a la experiencia.
Si bien este hecho no quita que las experiencias más solitarias no sean agradables, lejos de ello. Sin embargo a veces, al tener experiencias solitarias, ya se disfruten estas o no, se aprecia de sobremanera el hecho de compartir una experiencia.
Al compartir cualquier tipo de actividad, la otra persona se vuelve parte de la actividad y pues parte de la experiencia. Esa experiencia se integra en los sentidos y la persona con la que se comparte la experiencia es considerada como parte integrante de las emociones positivas.
Nuestras vidas aunque muchas veces silenciosas, son de lo más sociales, y el poder de dos es una herramienta que tiene aún muchos beneficios por destilar.